Legítima campeona en el W15 tras vencer a Bonardi en una muy buena final.
La definición entre las dos máximas favoritas estuvo a la altura de lo esperado. Incluso mejor. La alemana Luisa Meyer auf der Heide, la máxima favorita, venció a la argentina Berta Bonardi, por 7-6 (9-7) y 6-2 para consagrarse como legítima campeona en el ITF W15 de Mar del Plata.
El certamen, organizado por la Fundación “Tenis x Ellas”, se disputó en el Club Náutico, sobre canchas de polvo de ladrillo, y distribuyó 15.000 dólares en premios y puntos para el ranking mundial de la WTA.
Sobre todo en el primer set, el partido fue realmente bueno. Entre dos tenistas muy sólidas desde el fondo de la cancha, con la pergaminense Bonardi (de 27 años) tomando más riesgos, e incomodando a su rival con el revés con slice.
La argentina, dueña de un fluido revés a una mano, logró el primer quiebre en el sexto game (4-2) pero cedió su servicio en blanco en el game siguiente. Y aunque Meyer logró su “break” en el 6-5, Bonardi devolvió gentilezas de inmediato y el set tuvo lo que se merecía: una definición en tie-break.
Luisa Meyer y Berta Bonardi posan juntas con sus premios luego de una muy buena final.
Allí, probablemente, se resolvió gran parte de la historia. Porque Bonardi dispuso de tres set-points y no logró concretarlos. El primero lo fue a buscar, pero su volea se quedó en la red. Y la germana, un verdadero frontón que devolvió casi todo, estuvo muy firme desde el fondo para llevarse el capítulo inicial.
Ese envión llevó a la alemana a quebrar en el segundo game del segundo set y obtener una ventaja que asomaba como indescontable: 3-0, con Bonardi fuera de eje.
Sin embargo, la segunda preclasificada no iba a rendirse sin luchar. Respondió en la adversidad, con carácter y tenis, pero acaso el trajín del torneo le pasó su factura y ya no pudo responder ante una rival que advirtió la posibilidad y fue a ganar con subidas oportunas a la red para respaldar la solidez de su tenis. Sin grandes tiros pero también casi sin errores.
Fue el cierre para un muy interesante torneo, que otorga además la valiosa posibilidad a muchas jóvenes tenistas argentinas de poder competir sin la necesidad de viajar, algo que siempre complica por las cuantiosas erogaciones que demanda el hecho de contratar traslados y alojamiento, usualmente en moneda extranjera. El público también respondió y entonces también ganó el tenis. Y la alemana haya sido una campeona indiscutible.